lunes, 21 de mayo de 2012

EL URBANISMO Y LA PLANIFICACIÓN



El urbanismo ha existido desde que el hombre empieza a vivir en ciudades y a organizar conscientemente sus espacios, pero la palabra urbanismo surgió a principios de este siglo y sólo en las últimas décadas ha pasado a ser de uso común. Como este es una disciplina en formación, las distintas definiciones que se den de él son, muchas veces, incompletas y hasta contradictorias. Etimológicamente, el término urbanismo proviene de urbe=ciudad; urbano=lo que es de una ciudad (derivado del latín urbanus). Por tanto, se refiere a todo lo relacionado con la ciudad. En la actualidad esta concepción del urbanismo ha sido superada y ampliada, de modo que sus sentido actual puede sintetizarse en : el estudio y planeación de la ciudades y de las regiones donde éstas se asientan.

Esta ampliación del concepto va más allá de su significado etimológico, se debe a que se ha visto que en la ciudad no es posible entender lo que ocurre en la ciudades, si no se relaciona con lo que ocurre en el campo. Este tiene como fin la modelación y remodelación de las ciudades enfocado a lograr el diseño del ámbito espacial donde se desenvuelven las actividades del hombre. El urbanismo está constituido por una serie de disciplinas diferentes que se reúnen en torno al estudio de la ciudad.

Disciplinas que lo conforman:

Ciencias de la tierra: Geografía, climatología, geología ,edafología, topografía ,biología, zoología y agronomía.

Ciencias sociales: economía, sociología, demografía, antropología ,psicología y ciencias políticas.

Disciplinas instrumentales: derecho, ingeniería, arquitectura y administración.




El concepto de urbanismo ha variado la historia, de modo que se pueden distinguir varias etapas en su evolución. Con el paso del tiempo, el hombre acumuló experiencias en la construcción de ciudades, por lo cual se puede hablar de un urbanismo empírico, resultado de esa suma de experiencias. Las características de las sociedades cambian y el hombre ha aplicado sus conocimientos empíricos para adaptar la ciudad a sus necesidades.

 A finales del siglo XVIII y a principios del XIX surgió la Revolución Industrial, que en realidad no sólo fue industrial, sino también revolucionó la agricultura, los medios de transporte y comunicación y hasta ideas económicas y sociales. Entonces se produjo una transformación total del fenómeno urbano: surgió la ciudad industrial con un nuevo espíritu, estrictamente utilitario. Aquí se desarrolló un nuevo concepto del urbanismo: el funcionalista.

La concentración industrial conllevó el crecimiento acelerado de las ciudades, el cual es posible ante todo, por el surgimiento de una  preocupación higienista que pasa a ser característica de las ciudades (recolección de basura, de aguas negras, etc., para evitar la propagación de enfermedades contagiosas). Actualmente se habla se habla de un urbanismo moderno, que corresponde a una etapa diferente del urbanismo funcionalista y persigue entender y disminuir los problemas que presenta la nueva ciudad que hoy se habita, resultado de un continuo proceso de cambio, interrumpido desde la Revolución Industrial.

Una de las características más destacadas del siglo XX es el gigantesco crecimiento de los grandes urbanos, desconocidos antes en la historia, tanto porque el crecimiento demográfico (de la población era más lento, como porque este aumento de la población no era absorbido desproporcionalmente por las ciudades. Hoy día, las ciudades crecen por sí mismas (crecimiento vegetativo o natural de la población) y por absorción de la población rural (migración o crecimiento social) y el resultado de esto que se ha llamado explosión demográfica. Más que una explosión, es una aceleración impresionante en el ritmo de crecimiento de la población urbana.

El arte urbano, es entonces el arreglo artístico de las ciudades, de sus edificios, circulaciones y espacios comunes, cuya finalidad constituye un resultado estético y busca que el conjunto sea agradable para sus habitantes.





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