martes, 5 de junio de 2012

¿ A qué llamamos arquitectura sostenible?

 

Ante la pregunta: ¿Qué es la sustentabilidad? la mayoría de los arquitectos considerados expertos en sostenibilidad responderán algo así: “la sostenibilidad es algo complejo…”, “existen muchos tipos de sostenibilidad…”, “yo no soy experto en sostenibilidad pero los expertos dicen que…”.
En realidad, la arquitectura sostenible busca optimizar los recursos naturales y sistemas de la edificación haciendo que se minimice el impacto de los edificios sobre el medio ambiente y los habitantes.
Los principios de la arquitectura sostenible son:
  • La consideración de las condiciones climáticas, hidrográficas y ecosistemas del entrono donde vamos a construir, para obtenner el máximo rendimiento con el menor impacto posible.
  • La eficacia en el empleo de los materiales, primando los de bajo contenido energético.
  • La reducción del consumo de energía para calefacción, refrigeración, iluminación y otros equipamientos, y cubriendo el la medida de lo posible parte de esta demanda con fuentes de energía renovables.
  •  
  • Minimizar el balance energético global del edificio, desde las fases de diseño, construcción, utilización y final de su vida útil.
La sustentabilidad es en la actualidad una demanda generalizada en toda la sociedad. Profesionales del sector inmobiliario coinciden en que la aplicación del modelo sostenible en las edificaciones se convertirá en la mayor prioridad en el sector durante los próximos años, adaptando así la nueva normativa a estas demandas. Por este motivo, existen diferentes sistemas de evaluación que determinan qué hay que medir para saber si un edificio cumple con el concepto de desarrollo sostenible dentro de un contexto social, económico y ambiental.

Una sociedad sostenible no es posible sin la complicidad de arquitectos y constructores. No se trata de una cuestión trivial. Según multitud de estudios, los edificios consumen el 60% de los materiales extraídos de la tierra y su utilización, junto a la actividad constructiva, está en el origen de la mitad de las emisiones de CO2 vertidas a la atmósfera.
La incorporación de elementos de diseño sostenible en un edificio depende de muchos factores, por lo que no se puede dar una estimación aproximada del coste de un edificio sostenible, sino que habrá que estudiar cada caso y proyecto en particular.

Sustentabilidad urbana y arquitectura





La sustentabilidad constituye la última tendencia en las sociedades occidentales. Bien sea una moda más o menos pasajera o una preocupación real (o una mezcla de ambos procesos por la que la moda acaba por convertirse en una preocupación que se hace real en la mente colectiva), lo cierto es que la sostenibilidad lo invade todo. Su núcleo fundamental es la conservación ambiental y, siendo nuestro planeta un entorno cada vez más urbano, el ambiente más próximo y que más afecta a nuestras vidas es el ambiente de las ciudades. Por eso, la arquitectura vive también su particular fiebre por la sostenibilidad. Iñaki Abalos ha publicado en Babelia. un excelente artículo, Bartleby, el arquitecto, donde analiza crí­ticamente esta tendencia desde una genuina preocupación ambiental:

La sostenibilidad es el concepto de moda en la arquitectura actual. Una función que implica la suma de nuevos especialistas y técnicos en los equipos de arquitectos y constructores para lograr edificios que contemplen sus implicaciones ambientales, económicas y sociales. … la invasión "sostenible" como quintaesencia de la arquitectura ha inundado ya el lenguaje cotidiano y no hay concejal de urbanismo que no demande sistemáticamente una irreprochable sostenibilidad …

Curiosamente ahora que la arquitectura se mezcla con la ecologí­a, escoge mayoritariamente una a tendencia “termodinámica” que, en el caso de la ecología, vivió su momento de esplendor hace ya décadas y ha sido superado por otras teorías más robustas y capaces de describir la realidad y predecir el futuro. Reducir la cuestión ambiental, así como los sistemas ecológicos, a los flujos energéticos es una simplificación que olivida elementos clave. Posiblemente, la arquitectura podría obtener mayores beneficios de la comprensión del funcionamiento de los sistemas ecológicos utilizando aproximaciones más modernas relacionadas con los sistemas complejos auto-organizados, la evolución (y la co-evolución), la ecología del comportamiento o los mecanismos adaptativos:


Este desplazamiento desde lo mecánico a lo energético en el coro de expertos que acompaña a la antigua voz solista del arquitecto muestra con precisión el abandono de una concepción moderna de la arquitectura basada en la seriación modular y en la materialidad industrial por una concepción que algunos expertos como Sanford Kwinter no han dudado en denominar "termodinámica", para describir el abandono del modelo "tectónico" de conocimiento tradicional de la arquitectura (y su enseñanza) por una nueva concepción/enseñanza "biotécnica", capaz de dar al arquitecto instrumentos para pensar sus edificios como organismos vivos, entidades con intercambios energéticos permanentes con su entorno, …

Por supuesto la moda de la sostenibilidad supone oportunidades de negocio y, por supuesto, la forma más rápida tanto de hacer negocio como de de vender la preocupación ambiental y el negocio de la sostenibilidad electoralmente es a través de las infraestructuras.
No por casualidad el rechazo hacia la manipulación tecnológica de la sostenibilidad implica un intento de volver a empezar desde el principio, de devolver una cierta naturalidad o normalidad al papel de la arquitectura y del diseño en la ciudad y la vida cotidiana.

Quizás las pistas deban encontrarlas la arquitectura y el urbanismo en otras disciplinas que ya están superando estos debates sobre la sostenibilidad urbana.

lunes, 21 de mayo de 2012

EL URBANISMO Y LA PLANIFICACIÓN



El urbanismo ha existido desde que el hombre empieza a vivir en ciudades y a organizar conscientemente sus espacios, pero la palabra urbanismo surgió a principios de este siglo y sólo en las últimas décadas ha pasado a ser de uso común. Como este es una disciplina en formación, las distintas definiciones que se den de él son, muchas veces, incompletas y hasta contradictorias. Etimológicamente, el término urbanismo proviene de urbe=ciudad; urbano=lo que es de una ciudad (derivado del latín urbanus). Por tanto, se refiere a todo lo relacionado con la ciudad. En la actualidad esta concepción del urbanismo ha sido superada y ampliada, de modo que sus sentido actual puede sintetizarse en : el estudio y planeación de la ciudades y de las regiones donde éstas se asientan.

Esta ampliación del concepto va más allá de su significado etimológico, se debe a que se ha visto que en la ciudad no es posible entender lo que ocurre en la ciudades, si no se relaciona con lo que ocurre en el campo. Este tiene como fin la modelación y remodelación de las ciudades enfocado a lograr el diseño del ámbito espacial donde se desenvuelven las actividades del hombre. El urbanismo está constituido por una serie de disciplinas diferentes que se reúnen en torno al estudio de la ciudad.

Disciplinas que lo conforman:

Ciencias de la tierra: Geografía, climatología, geología ,edafología, topografía ,biología, zoología y agronomía.

Ciencias sociales: economía, sociología, demografía, antropología ,psicología y ciencias políticas.

Disciplinas instrumentales: derecho, ingeniería, arquitectura y administración.




El concepto de urbanismo ha variado la historia, de modo que se pueden distinguir varias etapas en su evolución. Con el paso del tiempo, el hombre acumuló experiencias en la construcción de ciudades, por lo cual se puede hablar de un urbanismo empírico, resultado de esa suma de experiencias. Las características de las sociedades cambian y el hombre ha aplicado sus conocimientos empíricos para adaptar la ciudad a sus necesidades.

 A finales del siglo XVIII y a principios del XIX surgió la Revolución Industrial, que en realidad no sólo fue industrial, sino también revolucionó la agricultura, los medios de transporte y comunicación y hasta ideas económicas y sociales. Entonces se produjo una transformación total del fenómeno urbano: surgió la ciudad industrial con un nuevo espíritu, estrictamente utilitario. Aquí se desarrolló un nuevo concepto del urbanismo: el funcionalista.

La concentración industrial conllevó el crecimiento acelerado de las ciudades, el cual es posible ante todo, por el surgimiento de una  preocupación higienista que pasa a ser característica de las ciudades (recolección de basura, de aguas negras, etc., para evitar la propagación de enfermedades contagiosas). Actualmente se habla se habla de un urbanismo moderno, que corresponde a una etapa diferente del urbanismo funcionalista y persigue entender y disminuir los problemas que presenta la nueva ciudad que hoy se habita, resultado de un continuo proceso de cambio, interrumpido desde la Revolución Industrial.

Una de las características más destacadas del siglo XX es el gigantesco crecimiento de los grandes urbanos, desconocidos antes en la historia, tanto porque el crecimiento demográfico (de la población era más lento, como porque este aumento de la población no era absorbido desproporcionalmente por las ciudades. Hoy día, las ciudades crecen por sí mismas (crecimiento vegetativo o natural de la población) y por absorción de la población rural (migración o crecimiento social) y el resultado de esto que se ha llamado explosión demográfica. Más que una explosión, es una aceleración impresionante en el ritmo de crecimiento de la población urbana.

El arte urbano, es entonces el arreglo artístico de las ciudades, de sus edificios, circulaciones y espacios comunes, cuya finalidad constituye un resultado estético y busca que el conjunto sea agradable para sus habitantes.





jueves, 10 de mayo de 2012

Greenpeace se retira!!!


La realidad de los pañales...de usar y tirar

Sus componentes y cómo pueden afectar a los bebés


Los materiales absorbentes usados pueden ser celulosa y rayón, algodón cáñamo y derivados del petróleo. El cultivo del algodón es el que usa mas pesticidas, fuente importante de contaminación y enfermedades para los agricultores. Su procesado habitual es muy contaminante. La celulosa y el rayón están asociados con deforestación, contaminaciones graves y transformación socioeconómica profunda de las poblaciones donde se ubican las plantas. Los componentes sintéticos derivan del petróleo, origen de guerras, cambio climático, residuos no biodegradables…
Los pañales contienen tributilestaño (TBT) un toxico que causa problemas hormonales en los humanos y los animales. Hoy se está investigando si una temperatura demasiada elevada en el interior de los pañales puede tener alguna relación con la infertilidad masculina.

Su efecto en nuestro medio ambiente


Las instrucciones en estos pañales es que los restos sólidos del pañal deben de tirarse al wc antes de tirar el pañal, pero solo un 1% de estos restos terminan en nuestras cloacas. La huella medio ambiental es de 62 kilos de CO2 mas que cuando se usa pañales de tela. En España un 4% de los residuos son pañales de celulosa, cada mes se tiran a la basura 125 millones de pañales, 40.000 toneladas de residuos.

Nadie sabe cuanto tarda uno de estos pañales en descomponerse, pero se estima que es entre 250-500 años, después de que nuestros niños, nietos y bisnietos hayan desaparecido. La producción de pañales desechables usa mas de 2.3 veces mas agua que los de tela, mas de 136 kilos de madera, 22.70 kilos de petróleo materias primas y 9 kilos de cloro son usados en los pañales que necesitara un bebé durante un año.
Se utiliza una taza de petróleo crudo para hacer cada pañal, contienen residuos de cloro que ha sido utilizado para hacerlos blancos. Mas de cuatro árboles y medio son cortados para poder producir los pañales necesarios para un bebe durante 36 meses..

Con la situación económica y medio ambiental en la que vivimos, nos deberíamos de preguntar ¿por qué no usar pañales lavables?. Ahorran dinero, basura, y árboles, sin mencionar los beneficios para la salud del bebé ; una vez que los pruebas ya no puedes volver a los desechables.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ciudades Sustentables!!!



La ciudad sustentable no es una utopía urbanística, es un concepto incierto, emergente, que proporciona una nueva mirada sobre la ciudad y sus múltiples interrogantes. Las ciudades calificadas como sustentables se mueven en una escala indefinida, entre el lugar y el orbe, mediante generaciones de electores y de herederos también indeterminados; oscilan entre la perspectiva y el reconocimiento del pasado; descansan sobre las incertidumbres científicas, sobre las jerarquías. Pero aquéllas no paralizan ni las reflexiones ni las iniciativas de las ciudades. Al contrario, pueden desempeñar el papel de un aguijón, de una palanca, de un desafío.
Dentro de este espíritu se ha escrito el presente artículo, confortada por la idea de que la sociedad contemporánea ya nos ha conducido a llevar a cabo la lucha entre nuestras certezas. Inclusive, en la duda y en los ensayos es que se ajustan las cosas y las ideas, no en las teorías predefinidas que al contrario, pueden paralizar un proyecto. Las ciudades durables son una realidad incierta porque abren un espacio, en el cual no podemos prejuzgar el desarrollo o la muerte precoz. Este proyecto de urbanismo, fortalecido por sus indeterminaciones en parte previsibles, en parte estructurales, actualmente es un crisol de potencialidades al servicio de cada colectividad.

En este contexto, se proponen dos análisis, dos lecturas para comprender esas políticas. Se presenta un retrato de las ciudades y de su proyecto, relacionado sobre todo con las políticas y los pueblos europeos. En la medida en que cada aire geográfico tiene grandes especificidades, en este ensayo era difícil proporcionar un panorama "universal".

domingo, 29 de abril de 2012

Urbanismo y cambio climático



¿Cómo ha sido posible esta rapidísima transformación que ha modificado radicalmente la historia urbana secular de nuestras urbes en un tiempo muy breve?. Apuntaría, simplificando mucho, a tres razones básicas:

la imparable tendencia a la urbanización de la población del planeta, consecuencia progresiva de la Revolución Industrial y de sus efectos en el mundo rural (mecanización, concentración de la propiedad, masivos excedentes de mano de obra). La tendencia a la urbanización de la población es marcadamente asimétrica: el campo y la mayoría de los núcleos rurales se despueblan; multitud de ciudades medias y pequeñas en regiones atrasadas o no favorecidas por las tendencias antedichas se convierten en estacionarias, envejecen o pierden lentamente población; solo algunas pocas comarcas se convierten en áreas de crecimiento y localización masiva de empleos y servicios. 

Se puede afirmar sin exageración que el cambio climático en marcha no es sino una consecuencia del nivel de concentración, artificiosidad y consumo que han adquirido las sociedades humanas. Nada tan alejado del medio natural en que viven el resto de las especies animales o en que ha vivido el hombre hasta hace bien poco: en aquel las reglas son la dispersión de la población en función de los recursos limitados de cada territorio, el escaso o nulo consumo de productos importados del exterior y la movilidad reducida a las propias posibilidades de cada individuo con la sola ayuda de la que proporcionan los animales con que convive( caballos, mulas..). Actualmente buscamos desesperadamente el “contacto con la naturaleza”—del que hemos huido durante siglos--, pero ese contacto, expresado en el deseo por la vivienda unifamiliar con jardín alejada decenas de kilómetros del resto de las actividades cotidianas, se basa necesariamente en la movilidad que proporciona el automóvil. Y, cuando en vacaciones, buscamos paraísos exóticos y distantes, debemos recurrir a uno de los medios de transporte más contaminantes por persona/ kilómetro transportado, el avión. 
Los ciudadanos son rehenes del consumo obligado de energía y , a la vez, ávidos consumidores vocacionales de recursos energéticos, la peor de las combinaciones posibles desde un punto de vista ambiental. En resumen, una forma de vida ampliamente compartida que se basa en el consumo acelerado de energía que (todavía) se supone abundante y barata. Habitamos una sociedad que ha hecho del binomio “velocidad” y “confort” sus señas de identidad. En la que tanto las presiones del mercado de vivienda, los imperativos del trabajo y los placeres del consumo conspiran en la misma dirección, el derroche energético y su corolario, la emisión de gases de efecto invernadero que aceleran el cambio climático. Sin que el planeamiento urbanístico—de extrema debilidad a escala territorial—pueda hacer apenas nada por remediarlo. 


Referencias:---ARAUJO, J., “ Ciudad y energía”, intervención en el Club de Debates Urbanos, Madrid, mayo 2007--- CONSORCIO REGIONAL DE TRANSPORTES DE MADRID, “Encuestas de Movilidad”, Madrid, 1988, 1996, 2004.---FONT, A. (coordinador) , “La explosión de la ciudad”, Ministerio de la Vivienda, Madrid, 2007.---GAGGI, M. y E. NARDUZZI, “El fin de la clase media y el nacimiento de la sociedad de bajo coste”, Lengua de Trapo, Madrid, 2006---GARREAU, J, “Edge City. Life on the new frontier”, Doubleday, NY, 1992-